domingo, 13 de diciembre de 2009

LA CABEZA COMO UN BOMBO

Vaya fin de semanita, menos mal que he vuelto al trabajo, pensé que nunca diría esto. Dos días que se me han hecho más largos que un mes. Fuí a pasar el fin de semana con mis suegros y sobrinos en su pueblo (lejos del mar) con la sana intención de hacer vida familiar, pero con el frío y la lluvia hemos acabado encajonados 48 horas en el txoko (o salón con chimenea) y sin escape.

Ha coincidido que la hija andaba la pobre con fiebre y no dejaba de llorar, el sobrinillo hiperactivo no paraba de hacer putadillas, los suegros andaban como el perro y el gato y yo ahí pensando como un alcohólico anela un vaso de whisky o un fumador echarse un cigarrillo, lo que daría aunque sea por media hora de surf para desenchufar y volver a la cordura.



A veces oyes hablar de las "viudas del surf", de cuantos matrimonios a descuajeringado nuestra obsesión desvocada por las olas. Pero alguna vez os habéis preguntado cuantas relaciones de pareja ha salvado? Cuantos malos rollos por el currelo, roces entre amigos o movidas por la suegra se han quedado en el agua y no se los ha tenido que merendar la pareja en casa? Ahí dejo la pregunta.

2 comentarios:

  1. Eso es... mi novia sabe que después de un baño estoy muchiiisimo más relajado y feliz... a poco que sean listas se darían cuenta..

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  2. Mi mujer sabe que ese es el caso así que me deja bastante libertad... aunque también sabe usarlo como herramienta de manipulación/trato de favor para salirse con la suya. Hay que saber dar para poder recibir.

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