domingo, 27 de junio de 2010

SOY UN DEGENERADO


Esa es la conclusión a la que he llegado tras tres días de olas y calor. Paseando por la playa con docenas de mozas de muy buen ver retozándose en topless en la arena mientras ofrecen sus tersas y calientes pieles al astro sol y yo... yo mirándo a las olas. Un comportamiento completamente antinatura, desafiando cualquier comportamiento dictaminado por las leyes Darwinianas aplicable a cualquier especie de mamífero macho en edad reproductiva.

Visiones de olas ordenadas en líneas de verde esmeralda contra un tapíz de azul celeste, levantándose con fuerza mientras doblan su cuerpo para formar un círculo hueco y perfecto en su interior, eso es lo que me pone. Se suele decir que "tiran dos tetas más que dos carretas" y yo añadiría "pero menos que un serión de dos metros".
Creo que lo mío es grave, no me atrevo a contárselo a mi doctor, ¿Qué pensará mi psicoanalista? y ¿A qué conclusiones llegará mi mujer cuando prefiero levantarme a las cinco y media de la mañana el fin de semana para coger olas en vez de echar un polvete matinal guapo de esos de sábado sabadete un buen...? ¿Creerá que se la estoy pegando con otra o que me he vuelto floro?


Estoy empezando a creer que mi cerebro corroido irremediablemente por la salitre del mar está llegando a un punto sin retorno superando ya los instintos que en una epóca pre-surfiana dictaminaban los genes de mi ADN. Esa conexión ojos-cortex prefrontal-gonadas que era eje motor en mis experiencias adolescentes en la playa que por aquel entonces se centraban en localizar visualmente a las tías más buenas y que se exteriorizaban en la falta de parpadeo (para no perder detalle), aumento notable de salivación y sacar pecho-toro si te miraban por un casual ya han desaparecido por completo. Quizás sea porque mi función biológica reproductiva ya ha sido cumplida y he aprendido que una noche de pasión puede resultar en 1ooo de cambios de pañales. Lo que me preocupa es que hoy en día ni echo un inocente vistazo, ni siquiera entre series, no sea que me pierda alguna ola fantasma. Como digo, una degeneración grave, creo que estoy en las últimas! ;)

martes, 22 de junio de 2010

INVESTIGANDO

Hoy ando ojeando guías y páginas web para un mini-surfari de cuatro días a la playa con la familia a bordo de la cafetera (así es como le llamán mis amigos a la vieja vw T25). Todavía estoy indeciso si tirar hacia Cantabria occidental o al sur de Francia. Puede que lo decida en el último momento, mientras pongo la llave de contacto. Las dos son zonas por las que he pasado muy puntualmente (he surfeado una vez en Cote Basque y otra en Los Locos) y que me apetece mucho conocer mejor. ¿Alguna sugerencia? (playas, parkings para pernoctar, lugares que ver,...)


Para mí la experiencia y disfrute del viaje empieza ya antes de zarpar, cuando uno se pone a investigar los diferentes spots y lugares que quiere conocer. Aprendiendo sobre las condiciones que le van mejor a tal o cual playa, viendo fotos de olas glassy y de contornos curvos perfectos. En particular, la imaginación se me dispara cuando leo la descripción de un spot y dice algo así como "ola muy larga, rápida, tubera y maniobrable, calidad 10 sobre 10". También decir que estas playas "10" pueden ser perfectas a la vista, pero a veces son las más concurridas y conflictivas, y que para un surfista como yo de un nivel bajo/medio y que le gusta la tranquilidad en el agua buscar otras playas con algo menos calidad de ola, que no de baño, es una buena alternativa.

Al contrario que hace 20 o 30 años hoy en día uno se puede perder en un mar de información y existe el riesgo de sobre-planificación del surfari. Uno puede conocer cualquier playa al milímetro con los mapas de Google, ver en You Tube los videos de sus olas, leer 500 comentarios en guías cibernéticas tipo Wannasurf, etc, etc ... y al final creo que una sobredosis de información va en detrimento de la experiencia del viaje, del descubrimiento de nuevos lugares o gentes que nunca estarán en las webs, o de la libertad que da la improvisación del "¿Hacia donde tiro en este cruce, a la derecha o la izquierda?" y del sano placer de perderse.

Puede que sea un poco carca y de la vieja escuela, pero me conformo con una escueta guía que me indique un poco los tipos de olas y puntos de marea buenos, un mapa de papel y el consejo de algún amigo que haya pasado antes por allí, lo demás que corra a cuenta del destino.




Ya os contaré como va el viaje.

viernes, 18 de junio de 2010

LA SUEGRA y EL SURF


Tengo una mujer que es una santa. La verdad es que me da una libertad de la que muchos de mis amigos casados no gozan. En gran parte la quiero tanto porque sabe que necesito esa libertad, ese tiempo para estar solo de vez en cuando (normalmente haciendo surf) y me da carta blanca.
Por otra parte tengo a la suegra (sí, esa tan siempre querida suegra). Lo cierto es que me llevo aceptablemente con mis suegros. Son algo mayores que mis padres y ese salto generacional se nota. Nuestra quinta hemos crecido en una sociedad en auge económico (hasta hace casi dos días) donde se da por normal tener una tele de plasma, el ipod, portátil, coche, comidas y salidas con amigos, etc. Mientras tanto mis suegros crecieron en una generación más austera, de postguerra, casi de preindustrialización, viviendo de lo que les daba el campo. Para ellos una salida al cine de la ciudad más cercana era casi un lujazo. Y aunque ya llevan muchos años viviendo con un nivel de vida mejor, no olvidan de donde vienen y siguen siendo ahorradores y miran la peseta (o el céntimo debería decir).

¿A qué viene todo esto? Pues que a mis suegros mí afición por hacer surf les parece una frivolidad, un capricho caro y lo ven sino con malos ojos, al menos sí con reservas, así que mi mujer cuando estoy surfeando y preguntan donde estoy les da largas. Pero el otro día mi hija de cuatro años nada más ver a su abuela le dijo con toda la naturalidad que "papá estaba surfeando". A lo que la suegra ya se puso de morros y con comentarios del tipo "¿Pero como puede irse a surfear? Encima ahora que no tiene trabajo... patatinpatatan". Aunque la entiendo un poco desde su perspectiva de prudencia en los tiempos en que estamos, me pregunto primero ¿Porqué se mete la mujer esta en donde no le llaman? y segundo ¿Cuando quiere la suegra que surfee*? ¿Cuando me jubile con 65 años y este más cascado que la moto de un hippy? ¿O cuando este trabajando y no tenga tiempo para ello? (*Respuesta:NUNCA, obvio).

Llevo 60 días seguidos encerrado en 1000 metros cuadrados de acero inoxidable sin ir un día a surfear (y sin gastar un duro por cierto) y encima quiere que me quede en casa, clavado entre 100 metros cuadrados de hormigón ahora. ¡Alucina vecina! Además, gracias a Dios mi mujer y yo tenemos dinero ahorrado para estas eventualidades. Para más inri técnicamente no estoy en paro (todavía estoy cobrando y bajo contrato ya que trabajé 8 fines de semana y recordad que los días en la mar cotizan como 1,5 días en tierra) y por suerte hay muchas posibilidades de que en julio comience en un nuevo trabajo. Así que en realidad estos diez días que me quedan en medio son mi último reducto de surf "a la carta" (pudiendo elegir la hora y la playa en la que me meto), eso es si algún swell se materializa.
Pero claro a la suegra "cabeza cuadrada" eso no le entra. Ya me estoy calentado, jeje! La verdad es que no sé que yerno de las pelotas quiere esta señora. Como todo el mundo tengo mis defectos, pero ni fumo, ni bebo, ni tomo drogas, ni me voy de putas, ni tengo amantes, ni gasto en lujos superfluos, soy currante, le trato a su hija de cine, paso todo el tiempo que puedo con mis hijas... PERO HAGO SURF!! Sí, amigos/as, así es, tengo un vicio, un deporte que no solo me mantiene en forma y sano, sino que además es un entorno natural y fabuloso para ir con mi mujer e hijas (todas ellas adoran la playa con locura). Pero eso es un desparrame de tiempo y dinero según la suegra, yo lo llamo inversión en calidad de vida.
Creo que voy a tener que beberme una botella de whisky, tomar unas rayas de perica y alquilar el servicio de dos señoritas de compañia para aparecer hecho una estampa viviente del vicio al café semanal que suele tomar con sus amigas pedorras rimbombantes. ¡¡¡Así por una vez el dichoso surf le parecera un mal menor y tendrá algo de que hablar con razón!!! ;-)

sábado, 12 de junio de 2010

INMORTALIZADO

En la última semana he contemplado un par de fotos mías surfeando estos días, algo que no había visto antes. Conozco mis limitaciones surfísticas y también que soy poco agraciado ... y aún así no se porque me sorprendo cuando efectivamente las fotos tomadas plasman esto a la perfección.

Mis primeras fotos surfeando y yo no se que me esperaba, ¿Quizás matices del estilo de Curren? ¿Reflejos del flow de Machado? ¿Un físico en la línea de Laird? ¿Una técnica depurada como la de Kelly? ... Puede que haya visto demasiadas películas y revistas que ejercitan la imaginación e incorporado poca autocrítica a mi surfing. Puede que unos videos y fotos con un profesor hicieran maravillas para mejorar mi paupérrima técnica. Puede que practicando en tierra las posturas correctas y gestos corporales estéticos me fuese mejor. Puede que con la ayuda de Photoshop o algún programa más potente las imágenes manipuladas cobrasen otra dimensión.








Pero puede también que mi problema principal es que cuando surfeo no estoy concentrado en "minucias" pensando como me cuelga este brazo o como doblar esta rodilla para estar más fotogénico sino ¡Qué bajada tan acojonate o que preciosidad de ola! Emoción sobre raciocinio, ese es mi talón de Aquiles, algo que me cuesta dominar cuando hablo de surf.

Por cierto ¿Soy yo el único que se lleva una sorpresita cuando se ve retratado surfeando o es algo bastante normal?

miércoles, 9 de junio de 2010

ESTRATEGIAS DE EVASIÓN

Junio, ya se asoma otro verano, ¡Qué rápido pasa el tiempo! Y con el buen tiempo y olas pequeñas pasa lo que pasa. La terrible masificación. Bueno, hay lugares como playas de ciudad (Zurriola, Sopelana, Sardinero, ...) donde el gentío es constante durante todo el año. Yo intento evitar las playas abarrotadas, pero hay veces que por una cosa o por otra acabas en una de ellas. ¿Cómo lidiar con esta papeleta para no irte de vacío a casa y más estresado de lo que entraste?


1) Disminuye tus expectativas. A más gente menos será el número de olas por persona. Entra pensando que con un par de olas majas te valdrá para salvar el baño y si al final pillas tres o más te irás eufórico de la playa.

2) El pico alternativo. Olvidate del pico principal, donde se aglomeran setenta máquinas y te las van a coger todas. En playas grandes como Somo o Zarautz existen muchos "entrepicos" dependiendo del punto de marea. Si andas atento a veces puedes encontrar picos tan buenos o mejores que los ya conocidos, y todo para tí solito hasta que algún otro avispado se de cuenta.

3) El madrugón. Si te despegas de las sábanas con el alba incrementarás notablemente tu probabilidad de surfear sin masas. Yo he llegado a estar hasta hora y media yo solito en días clásicos en playas concurridas siendo fin de semana de verano. Para cuando empieze a aglomerarse la muchedumbre tu estarás saliendo pensando en el pedazo desayuno que te vas a pegar después de esa inflada de olas. Otros horarios del día a tener en cuenta sobre todo en fin de semana o verano es la de comida y la siesta, habrá menos gente en el agua.

4) Más foam. No, no hablo aquí de los impostores que se escudan detrás de un tablón para atiborrarse a olas a costa del prójimo en vez de honrar el noble arte del longboard (y que conste que pienso que el longboard es la herramienta más adecuada para esos días de verano de 1/4 a 1/2 metro donde los tri-fins de pro claramente sobran). Me refería más a esa tabla con un poquito más de volumen al que sueles usar, unas pulgadas o un pelín más de grosor ideal para esos días de verano con menos chicha y donde un par de remadas menos significa coger una ola unos segundos antes que los tipos cabeza cuadrada con el último modelo grosor "papelillo de fumar" de Taj Burrow o Mick Fanning.

5) Preparación. Cuanto más en forma estés y mejor seas más posibilidades tendrás de coger olas. Todos hemos visto alguna vez al típico máquina que aunque estemos 80 en el agua acaba cogiendo las mejores olas. Muchas horas metidas, conocimiento de la rompiente, estar fuerte físicamente, buena técnica para coger una ola casi al vuelo cuando te aparece una oportunidad. Todas son cualidades que incrementan tu cuenta anotadora.

6) Patear. Somos mayoría los vagos, yo incluido, que nos vamos a las playas más conocidas con parking a pie de playa, duchita y chiringuito, en vez de recorrernos los mil y un recodos de nuestras costas. Con paisajes espectaculares y algunas olitas increibles que romperán perpetuamente solitarias, esperando a que algún surfer se levante del sofa y vaya a buscarlas.

7) Lleva encima un patín o un buen libro. Si vas a una playa y ves que hay trescientos en el agua, con medio metrín onshore piensa dos veces si vas a entrar a pelear por tres churrillos de ola o sería mejor disfrutar un rato de otras actividades gratificantes de la vida.

8) Comparte. Mi colega le llama "ola familiar". Cuando estamos en un pico concurrido y ve que estoy en el punto bueno para coger la ola me dice, "que, ¿Esta ola familiar?" y yo le digo que vale y acabamos los dos surfeando la misma ola (y en la misma dirección, no me refiero a dividir el pico en izquierda y derecha). Y a pesar de lo que parezca, surfear una ola con otra persona cuando es de mutuo acuerdo es bien divertido.

Ya no se me ocurren más estrategias y es tarde así que aquí lo dejo. Únicamente recalcar que en estos días de verano con todos en el agua (bañistas, escuelas de surf, aprendices y el resto de la tropa) la mejor estrategía es una actitud tranquila, buena etiqueta y entrar sin más aspiraciones que la de disfrutar del mar. Hace que todos tengamos un mejor baño. Buenas olas a todos.

lunes, 7 de junio de 2010

DE VUELTA

Ya estoy de vuelta en casa, aquí van tres cosillas que escribí mientras estaba en la mar.


MADAGASCAR

Hoy zarpamos para la mar desde el puerto de Diego en Madagascar. Una gran isla esta situada al sur este del continente africano, a la altura de Mozambique. Antes de venir me informé y parece que es un edén de olas aún por descubrir. Todavía existen rincones tipo "The Endless Summer" aunque parezca mentira. Su falta de infraestructura (hoteles, carreteras, etc), su precaria situación política (la última revuelta hace tan solo unos días), sus remotos arrecifes y bichos en el agua (tiburones blancos incluidos) hacen de ella un destino surfero inusual. Además a los Europeos nos pilla, por decirlo finamente, a tomar por el saco (más de 10 horas de vuelo desde París).
Sin embargo los que se han aventurado hablan maravillas. Agua caliente, clima tropical, acomodamiento y comida casi gratis, buena gente y olas de calidad "indonésica" (recordemos que también le baña el oceano Índico) pero sin nadie en el agua. Si me cuadra otra vez por aquí creo que traeré tablas e intentaré explorar un poco de estas remotas costas que son un paraíso natural. ¿Alguien se anima? Aquí dejo un enlace de unos que lo hicieron y no se arrepintieron. http:/www.youtube.com/watch?v=GMX73e3FJTo

UN MES PESCANDO

Llevo un mes en la mar, sin salir de esta "prisión" de 110 metros de eslora. Los días se hacen largos, y el mar aunque siempre precioso se convierte en un desierto de monotonía visual. Ayer apareció una "mancha", es el argot que utilizan los pescadores cuando aflora a superficie un gran número de atunes agregados en una zona determinada del mar. Normalmente primero aparece un buque atunero que lo detecta, al día siguiente 5 o 6 más, si la mancha es suficientemente grande se corre la voz y toda la flota de treinta y tantos barcos aparece por ahí. Todos los barcos largando el aparejo sin cesar, tres o cuatro veces al día, cada lance dependiendo de la suerte o habilidad del patrón subiendo a las cubas entre 10 y 300 toneladas. Dicen que hace 15 años las manchas duranban semanas, incluso meses, y el pescado estaba compuesto de cimarrones de 70 kilos. Hoy las manchas son de pescado pequeño, duran tres o cuatro días y después toca abrirse y buscar la siguiente mancha.

Más del 70% de los caladeros mundiales están sobre explotados, hasta que un día colapsan y se acaba el tema. Pan para hoy, hambre para mañana. Espero que el estudio en el que estoy tomando parte ayude, aunque sea un poquito, a mostrar como las poblaciones de túnidos están siendo exterminadas a un ritmo insostenible. Siempre seguiremos surfeando las olas, pero bajo la superficie sólo quedará un desierto de agua sin vida si no nos concienciamos.



MAR DE FONDO

Hoy Enrique, uno de los "seguratas" del barco, un tipo muy majo de Sevilla y poco ducho en las cosas de la mar, comentaba en el desayuno que ayer no pudo dormir bien porque " es que cada 15 minutos de calma venían 4 o 5 olas que me zarandeaban en la cama y la silla se movía de lado a lado del camarote". El capitán le ha respondido que eso es la mar de fondo, a lo que ha dejado caer un "pue vaya con la mar de fondo eza".

Y tanto. En el surf es nuestra visión más codiciada, lo llamamos groundswell. Esos días con periodo de 15 segundos o más, donde para remontar no te mojas ni el pelo, y las olas llevan el doble de potencia. Solamente el pensar como estarán rompiendo esas olas ahora en la cercana costa de Madagascar se me está haciendo la boca agua.

AYUNA BLOGERA

Mes y medio sin leer un blog de surf. Hace tres años no sabía ni lo que era un blog, pero al descubrirlo y ver las perlitas surfísticas que había en la web me aficioné rápido a leerlos, hasta el punto que se convirtió en una rutina diaria el pasarme por algunos blogs. Me pregunto cuantos días de buen surf me abré perdido en estos meses. Tendré que pasarme por Surf30 pare ver como han ido las sesiones por Sope o ver los vídeos de Mitxel. También ponerme al día con los textos de Willi, aprender de la información de Niega, o disfrutar de las fotos y reflexiones de Kukurustan, y un largo etcétera de blogs por los que navego frecuentemente.

GRACIAS a todos vosotros/as por dedicar parte de vuestro preciado tiempo libre para que los demás disfrutemos.

CASI LISTO

Ya es casi el día de retornar a casa, dos meses sin pisar tierra, navegando día y noche. Cuantas cosas echo de menos de la vida "terrestre"!!! Sobre todo ver a mis "peques" y en segundo lugar hacer surf (aunque eso no sea muy terrestre que digamos). Ya le he dicho a la mujer, vete preparando la furgoneta para irnos unos días los cuatro juntos de camping a la playa. Jeje, la solución perfecta a mi mono de familia y surf!!!