jueves, 13 de septiembre de 2012

AFORTUNADO



Acabo de leer un artículo de Tracks por Kirk Owers titulado “Surfing forever” sobre ir envejeciendo (o madurando, que queda mejor) y el surf. El artículo es interesantísimo (para un surfer como yo llegando en breve a la crisis de los 40) y cuenta que para mantenerse en forma a largo plazo uno necesita encontrar  y dedicar tiempo a surfear dentro de nuestra apretada agenda laboral y familiar. Y deja caer joyitas como esta (página 58):


“Desafortunadamente, a diferencia del single fin, las tías buenas que te cuidaban la toalla y te traían un tentempié cuando te se te antojaba no van a regresar en un futuro cercano. Del mismo modo, las esposas que disfrutan yendo de vacaciones a Desert Point o estén felices de cuidar de tus primogénitos mientras tú te dedicas a cazar tubos en el remoto Sahara están contadas. La mayoría de los surfistas casados negocian tiempo de surf y familia mediante una serie de complejos mecanismos de toma y daca que harían resolver la crisis financiera europea en comparación algo relativamente simple. O si no, se divorcian y se van a vivir a Sumatra”…

Leo esto en el hotel justo cuando acabo de terminar mi trabajo en Indonesia y me dispongo a probar olas en Bali y Java, después directo a Ecuador trabajando unos días y luego escapar al desierto de Perú a coger más zurdas que quitan el hipo. Y todo esto con la bendición de mi mujer. Y no solo eso, encima me ayuda a comprar el vuelo a Bali cuando mi tarjeta de crédito no me funciona!!! Y algún listillo pensará tu mujer lo que es realmente es algo pardilla. No señor. Es generosa y comprensiva. 

Desde luego no sé si llegaré a viejo en plena forma surfera, pero si sé que soy uno de esos afortunados con una de esas esposas (o maridos para ellas) que están contadas. Muchas gracias cariño! … y a vosotr@s ¿También os ha tocado la lotería?

Os cuento las aventuras y desventuras de este próximo surfari en breve...
Hasta otra,
SF