martes, 10 de noviembre de 2009

BANTHAM

Ese es el nombre de una playa del sur de Devon, de esas que comentaba necesitan mucho swell. Pues bien, el domingo lo hubo. Mientras en la costa cantábrica rompía un maretón desproporcionado en Bantham unas olas preciosas de 4 a 6 pies hacían su entrada, repeinadas por un viento norte (offshore en esta parte del mundo) que las hacia altamente apetecibles. A parte de un frío que cortaba la cara y eso que el sol relucía solo un había un problemilla.....

Los 300 tíos en el agua. Y es que normalmente esta playa la mayoría del invierno está completamente destrozada por el fuerte viento SO predominante y donde el kite surf prima (vease a este aprendiz poco precabido, la foto es auténtica y está tomada en Bantham)


Pero en contadas ocasiones se convierte en el epicentro del surf en esos 20-30 días al año que funciona. A pesar de ser una playa larga (un par de kilometros) con varios picos definidos para repartir al personal siempre esta petada. El mejor pico siendo una ola muy hueca que rompe frente a la entrada del estuario donde se come de lo lindo en los fondos que crea la ría (allí los tragos de agua no saben a sal sino a hojas de arbol y pis de trucha).



Cuando está bueno, aunque no necesariamente gigante, y más si es fin de semana todos los surfers de la comarca, más los de el condado de encima, más los del de la izquierda y los de la derecha se reunen allí. Mundaka, Sope o Somo parecen el desierto del Gobi comparado con eso. Que muchedumbre. Todas las olas tienen nombre. En realidad varios nombres porque se tiran a ella trescientos y la madre. Es uno de los pocos sitios donde verás saltadas en el sur de Inglaterra.



Me imaginaba que iba a haber gente, pero cuando llegué el domingo y mire desde las dunas y ví mil y un puntitos negros recordé que es la playa más abarrotada que jamás he visto. Durante 3 años fue mi playa local, vivía a 20 minutos y si el trabajo me lo dejaba intentaba pillarla siempre que podía. En ninguno de esas veces he surfeado allí solo. Ni cuando aparecía por la playa en verano a las 6 de la mañana, ni cuando me iba ya oscureciendo. Recuerdo un día de luna llena en verano. Había llegado tarde después de trabajar y casi empezaba a oscurecer. Me metí porque la gente estaba saliendo. Aún así todavía quedaba una docena de personas en el pico y el sol se iba escondiendo. Para mí sorpresa nadie salía del agua mientras una luna grande y brillante empezaba a asomar. Era viernes y no tenía que madrugar al día siguiente, decidí quedarme. Fue la primera vez que surfeé de noche, daba un poco yuyu, allí todos callados mirando a la luna, parecía una pelí de vampiros donde el surfer cabecilla del grupo iba de repente sacar zarpas y colmillos y ahí me devorarían vivo. Andabamos cuatro o cinco cogiendo el metro superglassy que entraban en cada serie. Me dije hoy voy a surfear solo por narices, me quedo el último. Ya tras más de hora y bastante de surfear en la oscuridad, el último acompañante decidió hacer su entrada en tierra. Por fin!!! Solo en Bantham!!!! Espere cinco minutos a la serie y cogí una ola rápida y larga y que intuía preciosa pues no la veía demasiado bien. Para mi sorpresa cuando llegue al final de su recorrido había dos sombras sospechosas con sus tablas que entraban en el agua!!! Eran ya las once y pico y estaba claro que surfear en esta playa a solas era misión imposible.


El domingo no fue una excepción! ;-)

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