El fin de semana pasado tuve un "puente" viernes a lunes inclusive, con un buen swell y opciones varias decidí cargar la furgo de tablas y abastecimientos varios. Empecé con ganas y expectación, hubo mucho surfing, con condiciones desde marginales a épicas, pero tras cuatro días de tres sesiones diarías, mucho conducir, comer, madrugar, siestas recuperatorias y acabar con todos los musculos de mi viejo cuerpo agarrotados llegué a una conclusión el lunes a la noche. No quiero surfear más (en unos días)! Estaba saturado, 12 baños tan seguidos era mi límite. Quizás si fuese algún surfari en tierras cálidas y exóticas con la novedad igual duraba más pero para aguas frías, con lluvia, un 4/3 y escarpines no me apetecía más. Necesitaba recargar pilas, pasar un par de días "normales" para volver a sentir hambre de surf.
No duró mucho la apatía hacia las olas, fue un breve lapsus pasajero, pues dos días despúes y con las agujetas en proceso de recuperación ya estaba de nuevo babeando ante el parte de las olas, metro y medio, viento de 2 nudos offshore, periodo 14 ... ya os imaginais el resto, tablas, furgo y largas horas de surf! Y es que aunque en ocasiones contadas me sature pasajeramente, acabas volviendo ya que afortunadamente el concepto de sobredosis en el surf no existe.
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