jueves, 1 de julio de 2010

VISITA AL SUR DE FRANCIA

Al final, la semana pasada, me decanté por ir a Francia. El swell entraría bueno para el jueves pero luego bajaba rápido y la costa francesa recogería algo más de mar, así que para allá fuimos en la "cafetera".

Inicialmente quería ir para Guetary (siguiendo los consejos de Kukurustan) y luego tirar para Anglet, pero al llegar a la autopista francesa (por cierto ¿Cuantas veces te pueden clavar en 40 kilometros?) nos encontramos con unas colas tremendas con todo el carril derecho inmobilizado con camiones y la salida de Guetary bloqueada así que tiramos para adelante. Llegamos a Anglet a la tarde y rápidamente encontramos un parking exclusivo para autocaravanas (los franceses nos sacan años luz en este tema, mientras que en España te miran casi como a un quinqui profugo si duermes en una furgoneta) justo en la zona de Corsaires al ladito de la playa.

Primera mañana, me levanto al amanecer y la marea todavía estaba alta y se ve poco mar. Decido que la herramienta adecuada era el un egg monoquilla (mi tabla de días pequeños) pues parecía que había solo medio metrillo y rompía únicamente casi al fondo de la playa (en Les Cavaliers). Así fue hasta que empezo a vaciar poco a poco la marea y en nuevo swell aumentaba. Había oído que las playas francesas eran muy susceptibles a las mareas y que de la nada podía salir de repente una ola cañerísima en baja y así fue. De estar cogiendo medio metro sólo, tres horas más tarde me encontraba con olas de metro pasado potentes rodeado de chavalines franceses de trece años patrocinados haciéndose unos tubos espectaculares. Mientras tanto yo con mi single fin a todas luces inadecuado a estas alturas y todavía alucinando por la mutación que había contemplado, me tiraba a unas cuantas olas mientras hacía la señal de la santa cruz con una mano para no comerme una buena galleta. Para mi sorpresa, aunque no pille ningún tubo (eso hubiese sido un milagro), si que sobreviví casi todas la olas. Las mejores eran derechas, que a mí me pillan a la contra, recuerdo especialmente la penúltima, una de las olas más grandes de la mañana, me pilló justo en el punto perfecto y decidí no achantarme, bajada vertical consiguiendo incrustar la quilla para que agarrase en la pared mientras corría la ola a mil por hora. Esa fue la penúltima, la última fue otra ola grande parecida, ya veía que iba peor colocado y algo tarde, pero como andaba crecido me tiré de todas formas. Vaya revolcón! Encima estas olas son super orilleras así que di unas cuantas vueltas de campana sobre el fondo de arena. Decidí que ya era hora de entrar a tierra.
ak

Al día siguiente el swell había disminuido (andaba sobre los tres cuartos de metro, shoulder high como dicen los americanos). Esta vez entré con la tabla corta y no me dí el madrugón para así evitar la marea alta. Mucha gente en el agua, pero las series eran bastante constantes y los picos estaban repartidos así que algo se podía rascar. Los chavalines todavía seguían entubándose (hay que ver el nivel que tienen aquí algunos de los críos, ¿Qué les dan de comer?). No estoy acostumbrado a este tipo de ola tan rápidas y fuertes y encima la tabla tri-fin pro la saco de paseo poquísimo así que estaba contento con coger unas cuantas olas. Intenté hacer algún tubo con mi estilo "Miura" (envistiendo al trapo con la cabeza gacha por delante a todo lo que pareciera entubable) sin resultados fructíferos. Al final del baño entro un tipo regordete con su SUP y me jodió el baño porque no dejaba ni una de las buenas pasar. Decidí moverme a un pico donde no había nadie (acordaos de las estrategias de evasión). El del SUP no se porque pelotas decidió seguirme. Me di cuenta de que no había nadie allí por algo, ese algo era una corriente infernal. Para colmo una parejita decidió apalancarse hacia el final del recorrido de la ola. Para estas altura estaba echando humo, hasta que me di cuenta que al remontar el del SUP se puso a remolcar a la chica (por fin un uso positivo a estas tablas!), así que fuí remando hacia donde el chico. El tío estaba completamente exhausto, le costaba hasta respirar, le intenté decir por señas que se tranquilizara (mi francés es por desgracia nulo) y poco a poco llegamos a la orilla. Allí acabo mi segundo y último baño en Anglet.
ak

Esa tarde tiramos para Capbreton, a una media hora norte de Anglet. Un parking de autocaravanas grande, muchos españoles. El parking otra vez al lado de la playa, subir una cuesta y bajar a la playa. Una playa de arena kilométrica, las olas aunque con un poco de viento onshore (oeste) tenían buena pinta, pero como había que dar de cenar y meter a la cama a las niñas, no hubo tiempo más que para darnos un bañito familiar todos y coger cuatro conchas y hacer algún castillo de arena. A la mañana siguiente entre pronto pero el swell ya había casi desaparecido. Con menos de medio metro, cogí unas cuantas olitas en un pico cercano al parking (creo que la playa era la de La Piste, pero puedo estar confundido). Las olas aunque pequeñas se veía que tenían fuerza y mucho potencial con un buen swell.

No hubo tiempo para más. Una pena la verdad, me encantaron las olas, y la facilidad para aparcar y dormir por allá. Espero que este verano tengamos más oportunidades de regresar y catar más de esas playas sin fin.

4 comentarios:

  1. "Mientras tanto yo con mi single fin a todas luces inadecuado a estas alturas..."

    Pues a mí las tablas de quilla central más grande (bonzers y widow makers) son las que mejores me van en olas huecas!!

    :-/

    Buen relato!

    Niegà

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  2. A mí el bonzer también me encanta en olas huecas, pero tiene 5 quillas no 1. Mi single fin no tenía puestas las quillas laterales estabilizadoras (algo que se nota mucho), tiene los cantos muy gordos (y dificiles de hundir en la ola) y para colmo había cambiado la quilla central hace poco poniendo una más pequeña. Como digo aun así cogí (sobreviví más bien) algunas olas huecas. :)

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  3. Pues si, mejor amortizar los peajes. Una amiga que nos visitó nos dijo que esto era "surf de ricos". Antes solíamos hacer la de ir a pillar entre semana el baño de la tarde después del curro, dormir en la furgo, madrugar para surfear de nuevo y luego ir a currar de nuevo. Así amortizábamos el viaje y llegabas a currar con el doping del surf y el chorro de agua en la nariz. Aupa SF!

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  4. La piste.... que fuerza y que entorno!!!

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