lunes, 5 de marzo de 2012

No me chilles que no te veo


Como la película de humor Gene Wilder y Richard Pryor en la que uno era sordo y otro ciego, un poco así ando yo surfeando, porque cuando me quito las gafas para entrar al agua y me pongo los tapones (y con una exostosis incipiente en el oído derecho que no oígo ni papa cuando me entra agua), el resultado es que no reconocería (ni escucharía) ni a mi padre aunque me cruzase a dos metros de él en mar.

El otro día se descojonaba un desconocido cuando mi amigo intentaba repetidamente llamarme sin exito y yo no le hacía ni caso (porque no le oía), y eso que estaba en el pico a diez metros de ellos dos. Así que si me véis en el agua y no os saludo a menos que os planteis delante mío no os rebotéis. Y si me habláis en el agua y pongo cara de confuso y parece que estoy intentando leeros los labios es porque no oígo ni un tercio de lo que decis!

Como siga esto así voy a tener que darme los baños con gafas pegadas con cinta americana y una cornetilla!!!

Un abrazo, SF

4 comentarios:

  1. Jeje... Alguna vez me ha pasado con algun amigo, en este caso era yo el que les llamaba, mi hijo que tiene lentillas me comenta que le suele pasar en el agua.
    Un saludo!

    ResponderEliminar
  2. a mi me suele pasar con los tapones(y tambien principio de exostosis e infecciones)que no oigo un carajo, y cuando entras al pico y te coincide algun tio majo que te da algo de charleta parezco bobo preguntando e e, perdon? cada frase y si me habla en euskera entre lo poco que me defiendo y lo mal que oigo ya es el acabose

    ResponderEliminar
  3. Imagínate cómo estaremos dentro de 20 años, será el descojono general. Jajaja, mientras sigamos entrando todo bien. Un abrazo!

    ResponderEliminar
  4. Pues sí, por lo que veo no soy el único "duro de oído". Dentro de 20 años o aprendemos el lenguaje de las señas o andaremos a grito pelado para entendernos!

    un abrazo, SF

    ResponderEliminar