domingo, 5 de febrero de 2012

REDESCUBRIENDO TABLAS (RETRO)


Teniendo un quiver amplio, con unas diez tablas, a veces me pasa que algunas tablas van quedando relegadas a la suplencia. Para al menos "semi-justificar" el número de tablas que tengo he de decir que hago bastantes rotaciones entre tablas. No sé si eso es bueno o malo, pero lo hago por dos razones principalmente. Una es que al no ser local de una playa me muevo bastante entre olas con muy diferentes condiciones que requieren de tablas de distintos tipos. Por ejemplo no es cuestión de meterse en un Somo tablonero de medio metro con un pincho ni a Mundaka de dos metros en baja con una tabla retro. La segunda razón es que las sensaciones que transmiten diferentes tipos de tablas (retros, tablones, thruster, etc) son muy diferentes y hay días que me apetece surfear buscando un subidón de adrenalina con una tabla más "viva" en olas más intensas y otros baños "glidear" tranquilamente en paz y armonía con el universo!!! Es como la música, si a todos nos suele gustar varios tipos de géneros musicales, ¿Porqué no puede ser lo mismo con las tablas? ¿Porqué auto-limitarse con el tres quillas modelo pro?

Bueno, a lo que iba. Tenía una tabla en el quiver que hace tres o cuatro años la usaba todo el tiempo. Como era muy versatil casi siempre la llevaba en el coche (junto con alguna otra, ya os conté que siempre voy con dos tablas) por lo que me pudiese encontrar a pie de playa. Aunque en olas muy tuberas no va bien, en el resto da igual el tamaño del swell que siempre tiene un pase. Además como es una tabla retro con volumen y fácil remada ante la duda (y un poco de vagancia) siempre la escogía. Llegó un punto que la usaba tanto que decidí conscientemente dejarla aparcada para también darle más baños a las otras, notaba que me estaba estancando un poco. Con la llegada de otras tablas posteriores como el bonzer, la Dick Brewer o la DK, mi Gulf Stream azul se fue relegando más y más.

Eso fue hasta hace un mes cuando decidí que tenía que sacarla de paseo un poco más. En un swell limpio con buenas olas y un poquito de agua es donde realmente brilla esta tabla. Con tres sesiones mágicas de offshores y metro y pico volví a redescubrir emociones que había olvidado. Ese volumen extra hace que el take off sea casi sin remar y te deja patinar sobre la pared de la ola en un estado de puro flow. No es una tabla con la que vayas ha hacer un girazo que revientes la ola ni vas a entubarte hasta decir basta (aunque si controlas mucho se puede). Es un surf algo diferente, no se como decirlo quizás más estilo Sprout (http://www.youtube.com/watch?v=UduzEpqNwBM&feature=related) que un surf de chirivueltas. Para mí una buena tabla come mi "azulita" te da otras senciaciones de flotar en sintonía con la ola que yo no lo he experimentado con los thrusters pro a día de hoy. Será que me estoy haciendo un viejo carca, pero si solo habéis probado tablas de profesional WCT con el grosor de un papelillo de fumar y los baños son una continua frustración, si que os recomiendo probéis una tabla "retro" y compareis sensaciones. Creo que las líneas que se trazán con estas tablas son más naturales y el estilo de surfearlas resulta más estético y agradable a la vista en la mayoría de los casos. Es una simple opinión

Dejo un par de links por si os animais a darles un pase:
Hasta otra, SF

1 comentario:

  1. Como siempre, más razón que un santo.
    Me hace pensar eso de dejar conscientemente aparcada la tabla que te va de lujo, para volver a encontrarte con ella.

    ResponderEliminar