martes, 13 de septiembre de 2011

REMADA FICTICIA




Se ve sobre todo en estos primeros días de marejadas serias y tras el verano medio metrero lo que voy a describir como la remada ficticia. Es ese tí@ que viendo que está en el punto perfecto para pillar una serie de dos metracos ultra fornida, de las que te asomas a la “balconada” y te cagas por las patas de lo cóncava que es, hace como que rema y patalea pero las últimas dos o tres brazadas las da sin chicha (para dejarla escapar pues está acojonado).

Este tipo de comportamiento simulado se suele dar más cuando hay varios “machos cabríos” que no quieren quedar de pena entre sus colegas o perder el respeto de otros surfistas en el pico si dejan pasar la ola del día pero que en realidad no se atreven a lanzarse a ella. Normalmente suelen soltar un “mecaguentodoloquesemenea” teatrero después de que se vaya la ola, como si realmente la hubiesen querido. Aunque los susodichos crean que no nos damos cuenta, un surfista medianamente experimentado puede ver cuando alguien rema al 100% a por la ola o está haciendo el paripé.

Quizás matizar que puede haber una remada ficticia involuntaria. Esa que quieres remar la ola de verdad pero tu conciencia (ese angelito que se posa en tu hombro para decirte que no lo hagas que te vas a estampar contra el fondo) te traiciona y subconscientemente remas algo más lento a medida que la ola gigante se levanta contigo en medio . La incidencia de la remada ficticia involuntaria se acentúa en los primeros swells del otoño cuando la mayoría venimos del letargo veraniego y de batacazo nos encontramos con olas de periodos altos y mucha envergadura. Tarda unas semanas para que la mente se aclimate, ayuda tirarse a unas cuantas olas bomba para ir cogiendo callo y quitándose ese miedo natural que nos domina cuando miramos al precipicio debajo de la punta de nuestra tabla.
Luego están los máquinas que reman a muerte y no tienen miedo de 1, 2, 3 o 4 metros de ola, les da igual. Otros son los "Juanes sin miedo" o kamikazes que aunque no sean técnicamente tan dotados se lanzan a lo que sea aunque coman de lo lindo. Y luego esta la "remada de la frustración" en la que me incluyo, la del burro, es aquella en la que te has rilado en una o dos olas de serie gordas y te encuentras mosqueado contigo mismo por esta falta de valentía, así que vas a ir a por la siguiente serie que venga toque lo que toque, aunque se ponga el horizonte negro con una peazo ola, aunque sea un cerrote brutal a todas luces, la vas a remar por tus huevos, incluso sabiendo que será una bajada en picado hacia un abismo que resultará en una explosión de espuma y arena. Ni miras de reojo a la ola, solo bajas la cabeza y remas con todo lo que tienes. Alguna vez da buenos resultados, pero en la mayoría el no ser selectivo en un día gordo suele resultar en un sartenazo casi asegurado.

Bueno, pues eso, a remar pero fuerte y con ganas que os tenemos calaos a los que le echáis mucho teatro!
Hasta otra,
SF

7 comentarios:

  1. ajajaj, lo que me he podido reír valla gran entrada jaja, cuanta razón y sabiduría. Brutal jaja.
    un saludo

    ResponderEliminar
  2. jeje verdades como puños :D

    Felicidades por el blog, por cierto, que hace poco que lo sigo :)

    ResponderEliminar
  3. jeje, este finde he hecho alguna que otra remada ficticia, pero involuntaria eh, jajaja

    ResponderEliminar
  4. Jajajaja Jajajaja... a si que eso puede ser lo que me pasa?? que despues del verano es "normal" que cueste un pelín? porque esta semana estuve por dejarlo, quemar las tablas, los neoprenos, la parafina y los inventes... a la mierda!! Buena entrada, este finde, me doy otra oportunidad, a ver si no salgo del agua cabreada por ser una cagona!
    un saludo, buenas surflexiones

    ResponderEliminar
  5. diosss! jamas hubiera podido expresarlo mejor ! grandes verdades surflexiones!

    ResponderEliminar