miércoles, 11 de febrero de 2009

PORNOSURF




Opino que hay videos, revistas, y demás publicaciones de surf (sobre todo los no comerciales) de gran calidad y belleza gracias a su naturaleza personal y sin maquillaje. Sin embargo, la gran mayoría de lo que nos llega al consumidor de surf suele ser porno surf repetitivo e insulso, que al final ya satura. El otro día hablando con un amigo, el hombre me decía que hace tiempo que dejó de leer revistas con los supersurfers de turno y sus cuerpos esculturales y bronceados en alguna isla paradisíaca con olas de dos metros azul celeste entubando sin parar. Esta no era la realidad del surf que él conocía. Como con un video porno después de cinco minutos de ver chup chup arghh arghh el tema empieza a aburrir, siempre el mismo tipo de fotos perfectas retocadas con Photoshop (como si de tetas de silicona se tratara) y artículos superficiales (como el guión de una peli porno) y te preguntas porque no aprendes y utilizas tu tiempo y dinero en algo más productivo.

El amigo aprendió su lección y no compra porno-revistas o porno-videos de surf y se dedica a lo elemental, mirar el parte, y si es bueno ir a surfear con sus amigos en el mar, y punto. No "pierde" más el tiempo. Esa es la esencia del surf y no la alta competición, fotos de Teahupo brutales y camisetas con logos de marca. Que no nos vendan la moto (y yo soy el primero que la he comprado y sigo comprando muchas veces). Es naturaleza humana querer más, y admirar a los que lo tienen, pero volviendo al tema del porno y el surf, se que nunca tendré el matraco de Nacho Vidal ni me follaré a 10000 tías despampanantes, ni nunca surfearé como Kelly Slater ni ganaré el Pipemasters, pero tampoco lo quiero. En serio, con mi aparato del montón me vale y tengo una preciosa mujer que no la cambiaría por un millón de putones verbeneros. Mi surf deja bastante que desear y aunque Slater de resaca y con dos esguinces de tobillo y escayolados los dos brazos surfee mejor que yo en la mejor ola de mi vida nunca le he visto una sonrisa tan grande como la mía cuando me sale una buena ola y Pipeline se lo dejo todo a él que a mi olas de dos metros pasados y con arrecife medio metro por debajo me dan mucho yuyu.

Es más, quizás los que vivan en un mundo irreal no seamos los suferos de a pie que fantaseamos al leer las porno revistas de surf, sino el Nacho y el Kelly. Piénsalo, el Nacho Vidal con 40 tacos divorciado (una o más veces creo) porque no puede mantener una relación personal a largo plazo en esa industria y queriendo hacer películas de Kung-fu que no se tragaría ni su madre dopándose y el 9 veces campeón del mundo Mr. Slater que teniendo todo el dinero del mundo para surfear donde y cuando le diera la real gana se pasa la vida en el avión para surfear 30 minutos por manga al día, lejos de familia y amigos, con todos los surfers del circuito queriendo machacarle, con cincuenta mil fans dándole el coñazo todo el día sin que se pueda tomar una cerveza tranquilo y las dichosas revistas de surf fotografiando cada gesto y citando cada palabra que dice para vendernos el sueño americano.

No sé tú, pero yo me quedo con lo que tengo, aunque hay veces que se me va la olla y desvario pensando que pasaría si fuese uno de esos super-surfers de las revistas, en el fondo lo cierto es que disfruto enormemente de lo que tengo, de todo lo bueno que me aporta el mar y sus olas, y de que quizás este tan enamorado del surf porque es una de las pocas cosas en la vida, normalmente las cosas más puras lo son, donde la realidad supera con creces a la ficción.

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