
Ese es la nomenclatura científica de la familia de los peces víbora. Lo qué no sé exactamente cuál de los miembros fue el culpable específico, pudo ser la faneca brava (Trachinus lineatus), el mismo pez víbora (Trachinus vipera), el pez escorpión (Trachinus draco) o el pez araña (Trachinus areneus). Veo googleando que “viven enterrado en fondos arenosos con los ojos fuera. Tiene espinas venenosas en la aleta dorsal. Picadura muy dolorosa y potencialmente grave”. Lo identifico rápidamente como el pequeño cabrón que me punzó el pie el otro día. Aunque pensándolo bien quizás fuese yo el bastardo por darle un pisotón sin previo aviso mientras estaba descansando tranquilamente hasta que llegué yo.
Lo cierto es que cuando lo pisé noté un pinchazo agudo en la planta del pie y sabía que no era una roca (estaba surfeando en fondo de arena), ni un erizo de mar (si no hubiese tenido 15 púas clavadas simultáneamente). Además ya había visto estos pececillos en la red de algún chavalín el verano anterior en esa playa. Continué surfeando tras el incidente pensando que se pasaría en un ratillo, pero al acabar la sesión y tener que cruzar la playa hasta el coche no podía casi apoyar el pie. Viendo que todavía no estaba abierto el puesto de socorristas, decidí dejarlo pasar y tirar para casa. Lo cierto es que lo gordo del dolor sólo me duró esa mañana, pero luego he estado con hinchazón y molestias un par de semanas.
Leyendo en otra página web me encuentro con el siguiente texto:
La picadura produce dolor muy intenso, "urente" o "punzante" e irradiado a todo el miembro, persistiendo de 2 a 24 horas, con disestesias, palidez, edema, adormecimiento. El edema es progresivo, y en media hora puede afectar a toda la extremidad; puede continuar durante 24 a 48 horas y persistir de 10 a 12 días. Las infecciones secundarias son frecuentes, así como la necrosis y la gangrena, que pueden requerir amputación, sobre todo en pacientes que acuden al Hospital pasadas la 48 horas de la lesión. En ocasiones hay síntomas más graves como dificultad respiratoria, visión borrosa, convulsiones, coma y muerte por parada cardiorrespiratoria. Todos los años se produce alguna picadura en España.
Aunque esta vez no me pasó nada, viendo esto quizá la próxima vez me pase por el servicio de urgencias por si las “mosquis”. Os digo esto por si alguna vez os ocurre y no sabéis muy bien que ha pasado y que hacer.
Bueno, ya veis, no hace falta ir a surfear a Canadá para que te persiga una orca o a Australia a que te muerda el culo un tiburón blanco. También tenemos nuestras especies marinas de “alto riesgo” autóctonas en la península, aunque parezca una mierdecilla de pez de 10 cm sin dientes!!!
Mucho surf y cuidadín en el agua, SF.